Cómo ser residente fiscal en Turquía

Turquía es un país con una rica cultura, hermosos paisajes y oportunidades de inversión, lo que lo convierte en un destino atractivo para aquellos que buscan cambiar su residencia fiscal. En esta guía, exploraremos los impuestos, ventajas e inconvenientes de la residencia fiscal en Turquía, así como los pasos a seguir para obtenerla.

I. Impuestos en Turquía

  1. Impuesto sobre la renta de las personas físicas: El impuesto sobre la renta en Turquía tiene una escala progresiva con tasas que varían entre el 15% y el 35%, dependiendo de los ingresos.
  2. Impuesto sobre sociedades: Las empresas en Turquía están sujetas a una tasa impositiva del 20% sobre sus beneficios.
  3. Impuesto sobre el valor añadido (IVA): El IVA en Turquía tiene una tasa estándar del 18%, con tasas reducidas del 8% y 1% para ciertos productos y servicios.
  4. Impuestos sobre el patrimonio y sucesiones: Turquía aplica impuestos sobre el patrimonio y sucesiones, con tasas que varían según el valor del patrimonio y las relaciones familiares.

II. Ventajas de la residencia fiscal en Turquía

  1. Oportunidades de inversión: Turquía ofrece oportunidades de inversión en diversos sectores, incluyendo bienes raíces, energía y turismo.
  2. Calidad de vida: Turquía cuenta con hermosos paisajes, una rica cultura y una alta calidad de vida.
  3. Ubicación estratégica: Turquía se encuentra en la encrucijada entre Europa y Asia, lo que facilita los viajes y conexiones entre ambos continentes.
  4. Acuerdos de doble imposición: Turquía ha firmado tratados de doble imposición con varios países, lo que evita que los residentes sean gravados dos veces por el mismo ingreso.

III. Inconvenientes de la residencia fiscal en Turquía

  1. Inestabilidad política y económica: Turquía ha experimentado episodios de inestabilidad política y económica en los últimos años, lo que puede generar cierta incertidumbre.
  2. Costo de vida: El costo de vida en Turquía puede ser relativamente alto, especialmente en las principales áreas urbanas como Estambul y Ankara.

IV. Pasos para obtener la residencia fiscal en Turquía

  1. Obtener una visa o permiso de residencia: Solicitar una visa o permiso de residencia apropiado, como la visa de trabajo, la visa de inversionista o la visa de reagrupación familiar.
  2. Establecer la residencia fiscal: Estar físicamente en Turquía al menos 183 días al año o tener una vivienda en Turquía con la intención de mantenerla como residencia habitual.
  3. Solicitar el Número de Identificación Fiscal (VKN): Acudir a la Oficina de Impuestos local para solicitar el VKN, necesario para todas las transacciones fiscales en Turquía.
  4. Declaración de impuestos: Presentar anualmente la declaración de impuestos en Turquía, incluyendo los ingresos generados a nivel mundial si se considera residente fiscal.

Conclusión

Ser residente fiscal en Turquía puede ser una buena idea debido a varias razones:

  1. Régimen tributario favorable: Turquía tiene un sistema tributario favorable en comparación con otros países europeos. Los residentes fiscales están sujetos al impuesto sobre la renta, que se aplica progresivamente, con tasas más bajas que en muchos otros países.
  2. Acuerdos de doble imposición: Turquía tiene tratados de doble imposición con varios países, lo que puede ayudar a reducir la carga fiscal para aquellos que tienen ingresos en otros países. Estos tratados buscan evitar la doble imposición de ingresos y a menudo ofrecen beneficios fiscales adicionales.
  3. Facilidad para establecer negocios: Turquía tiene un entorno empresarial relativamente amigable y ofrece incentivos fiscales a los inversores extranjeros. Además, establecer una empresa en Turquía suele ser un proceso rápido y sencillo.
  4. Calidad de vida: Turquía es conocida por su rica historia, cultura y hospitalidad, así como por su clima agradable y hermosos paisajes. Establecerse como residente fiscal en Turquía también puede brindar la oportunidad de disfrutar de un estilo de vida agradable y asequible.
  5. Costo de vida: El costo de vida en Turquía es generalmente más bajo que en otros países europeos, lo que puede permitir a los residentes fiscales mantener un nivel de vida más alto con un menor desembolso de dinero.
  6. Acceso a servicios de salud: Los residentes fiscales en Turquía tienen acceso al sistema de salud público, que es de buena calidad y asequible. También hay una amplia gama de hospitales y clínicas privadas disponibles.

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